La mayoría de nosotros al graduarnos de preparatoria estamos expectantes de lo que sucederá en la universidad. Tal vez algunos de nosotros tuvimos miedo, otros quizá tristes por no quedar en nuestra primera opción, pero también emocionados por entrar a una nueva etapa, a un mundo completamente diferente al que estábamos acostumbrados. Lo único que puedo decir hasta el día de hoy es que he disfrutado cada momento. Incluyendo los semestres que hemos estado en pandemia, han sido retantes, pero también satisfactorios. En el transcurso de los semestres, habrá dudas como: ¿esta carrera es para mí?, ¿de verdad me está gustando?, ¿qué puede haber más adelante? Todas estas preguntas son válidas, sin embargo, nadie sabrá las respuestas más que nosotros mismos. Aquellas que llegarán en el transcurso de este recorrido llamado “Carrera Universitaria”.
Muchas de las decisiones que tomamos en este tiempo son importantes para el camino que nos queda por recorrer, y gran parte de ellas para llegar al objetivo de todo esto: graduarnos, encontrar un trabajo, obtener nuestro título universitario, donde semana tras semana damos lo mejor que podemos de nosotros. Pensamos que estudiar una ingeniería o licenciatura solo nos lleva a obtener lo que anteriormente mencioné, pero eso no lo es todo. Nos lleva a mucho más que todo eso. Durante semestres nos toparemos con maestros que forjen nuestro carácter no solo como estudiantes, sino también como personas; por otro lado, con otros que nos enseñen que la clase además de ser solo números o teorías, también disfrutar y conocer algo nuevo día a día. Nos llevará a conocer amistades que anhelaremos tener no solo el resto de la carrera, sino también lo que queda de nuestras vidas. A descubrir qué es lo que realmente nos gusta hacer, y que hay más allá de lo que el nombre de nuestra carrera significa. A pensar qué queremos hacer después de ella: viajar o solo dedicarnos a nuestra carrera, incluso hasta viajar dedicándonos a ella, entre otras muchas derivadas. A entender que los trabajos en equipo no tienen que ser presionantes, si no comprender que tenemos personas que nos respaldan y tienen una perspectiva diferente que encuentra lo fascinante de los pequeños detalles. Sobre todo, a descubrir que esta será una de las etapas que jamás hayamos vivido antes, pero también de las que nunca olvidaremos.
Es por ello que, una de las mejores cosas que se puede hacer durante este tiempo es disfrutar. Disfrutar a veces puede ser algo difícil cuando volteamos a ver alguna situación no agradable detrás de nosotros. Sin embargo, es disfrutar cada pequeño detalle, cada desvelada por un trabajo que al enviarlo sentimos una satisfacción impresionante o cada reunión con amigos a fines de estudio o solo pasar un buen tiempo con ellos. Es involucrarte en lo que estás estudiando, como es estar en comités o apoyarlos de fuera; ir a congresos o viajar con los equipos deportivos, es estar presente en las actividades que realiza nuestro Instituto y sus derivadas. Es conocer y aprovechar todo lo que la carrera nos puede ofrecer.
Por último, no olvidemos que no solo lo más importante es el objetivo, sino también aprender del recorrido que nos llevó a cumplirlo, el camino hacia donde me lleva mi carrera.
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